miércoles, 21 de diciembre de 2011

La huida



Hoy un único verso alumbra esta noche de ausencias y luna mordida.
Pero como los mejores versos no son los que se escriben sino los que danzan silenciosos entre el aire, dejo que desde mi retina se quede grabada la estela que iluminaría la mejor de las poesías. Sólo quien sepa leer una mirada, sabrá que hay algo escrito en cada milímetro de ella.

Busco sedienta de sonrisas, y me amparo de buena gana en aquella naturaleza que pareciera muerta y revive en mis manos milagrosamente entre la tinta y un papel. En otras ocasiones no tengo tanta suerte y, ya llena de cansancio, me pierdo en las mayores banalidades, mientras un sólo deseo revolotea la esfera que me permite respirar: ¿ilusión?

Es tan maravillosa la vida y a la vez tan cambiante ante días de rutina que parecen no pasar, que uno se pregunta "¿cómo acceder a ese paraíso que es sólo nuestro y de/para nosotros?"

Es tan dulce el silencio de una noche tranquila y tan hiriente la eternidad de una palabra callada. Es tan grato amar y tan fácil acostumbrarse a ser amado. Es tan complicado despojarnos de todo ese abusivo peso que de nada nos sirve y pasar página así como pasan las estaciones y con ellas los años... que terminar enloquecida entre letras que susurran al oído, sería un final demasiado romántico para ser real, por eso ni espero que ocurra.

Cuando la luna está mordida, intentamos rellenarla con los sueños que nos cuelgan, que son tantos, y seguimos contando los días, aquellos que nunca nos serán suficientes.

De la vida y la "no" vida, el único miedo que deberíamos tener es no haber dicho tantas veces "te quiero" como necesitamos hacerlo, y sobretodo, no haber dado la oportunidad de que nos lo digan.

Por eso, tiemblo como no había temblado nunca, creo que voy perdiendo facultades ¿será el motivo, que en esta noche de ausencias la luna está mordida y a ella se fue mi corazón?

1 comentario:

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Hola amiga, feliz año nuevo y que todo siga super bien en tu vida =D