domingo, 3 de noviembre de 2013

A Luis Cadenas

Los caminos, incluso oscuros, llevan a algún lugar donde luce el sol; así la noche al día o el abrirse paso de un vientre hacia los muslos de una madre.

Algo que me marcó para siempre, y que para siempre permanecerá en mí, fue el momento en el que un señor, como Cadenas, me dijo (y dejó a la vez por escrito en su disco) algo así como "has sido lo más bonito que me ha pasado este año"


Yo hablo mucha paja y callo más miseria que chicha; y digo cuando no toca y cuando toca callo para siempre como  si el diablo estuviera apuntándome con sus cuernos hasta las mismas entrañas.

No sé si rozo la locura con tal exquisitez que la frontera entre la razón y el desastre humano se difuminan de tal modo que ya no pueden hacerse apuestas ni del color en que sangraré las heridas; pero lo cierto, es que en realidad, lo más bonito que me ha ocurrido a mí, ha sido conocerte, porque conocerte ha significado atravesar las vendas que momificaban lo que soy, despertar a la realidad de un mundo que, aunque a veces duela, merece la pena con personas (y artistas) como tú.

En la vida imaginé que necesitaría abrazarte tanto, tanto, como tan parte de mí eres ya.

Es difícil ser objetiva, cualquier cosa que puedas crear, para mí, va a ser (simplemente) maravillosa.


¿Vamos?

Mayte Albores
03/11/13

Último Disco de Luis Cadenas


viernes, 30 de agosto de 2013

La vida está cargada de leyendas, de mitos, de símbolos y de multitud de creencias.

En mi caso, no sé si creo en todo o ya no me creo nada, porque me quedan pocas cosas en las que creer. Pero hay algo que no deja de taladrarme por dentro de forma casi dramática y cada vez con más intensidad:



"Pensaba en esa falsa creencia en la que las personas suponen 
que al coger una mariposa deja de volar por perder el polvillo de sus alas que 
queda pegado a nuestros dedos, 
sin embargo, en realidad lo que ha ocurrido es que 
son tan frágiles que las fracturamos. 

Así pues, me veo toda "yo" 
como dos pequeñas alas de colores suspendidas en el aire, 
casi invitando al deseo de caer en manos ajenas.

Tengo tantas fracturas casi como las personas que, con amor, han pasado por mi vida.

A veces, la distancia me ayuda a recuperarme; 
a veces, me veo distante y en esa suspensión huyendo de cuanto me rodea; 
a veces, no es egoísmo, sino supervivencia.

Siempre he sido consciente de que no sé escribir. 
De que no sé hablar. De que no sé comunicar cuanto habita en mí; 
sin embargo, qué bien puede disimularse, 
 esa mínima expresión de la que yo soy consciente (no tanto desde el exterior)
y que aún así declara el pozo profundo que me sumerge, que me rapta.
 
Me pierdo en pensamientos que permiten viajar hacia lo astral,
hacia el deseo de enloquecer,
hacia el borde de cruzar las puertas de ese"sin retorno"
que daría mi cuerpo al abandono hacia las drogas 
y al más puro silencio de lo terrenal y lo científico.

Siempre he sabido que yo hablo de labio a labio, 
que escribo de piel a piel. 
Que las manos pueden abrirse al tamaño del pecho
 para descansarlas sobre un pezón que grita cosquilleando y arañando 
las palmas que lo protegerán del desamor, 
ése mismo que raja profundamente los latidos en desolados azotes, 
quebrando invisiblemente las costillas. 

Me gusta dar la espalda al frío y sentir vestida la desnudez con la piel caliente 
de cualquiera que pueda dar un amor contenido 
que se susurra en su modo de respirar: 
ese deseo poético que nunca será palabra. 

Luego la memoria te devuelve unas cosquillas detrás de la nuca, 
que se ramifican como unas agujas que puntean el interior de la médula, 
como si fuéramos las cuerdas de una guitarra, 
provocando incluso espasmos colgados de las pestañas 
y obligándonos a cerrar los ojos sin más elección,
y con una idea permanente de reflujo, que dice, "estoy desollada".

Me gustaría que esto, que para mi es hacer el amor,
fuera lo más cercano a la muerte"





martes, 23 de julio de 2013

Elsa busca tesoros: así es la vida

Madrugada del 23/07/2013
Insomnios de la 01:48 hrs.


Menos de un verano.
Me queda menos de un verano, y ya no quiero estar ni aquí ni en ningún sitio.
Me siento más niña que habiéndolo sido una vez.

Parar, hoy sé que no es de cobardes, forma parte del universo, por eso, la vida tampoco es eterna: ¿acaso el ser humano puede creerse ser inventor del "reciclaje"?

Menos de un verano me queda para comenzar de nuevo o para terminar para siempre.
A final de septiembre comienzo un recorrido que probablemente me tendrá en un éxtasis que va entre la creación y lo salvaje de luchar por permanecer con los ojos abiertos a este mundo.
Había pensado, llegado el momento, cerrar la cuenta, simplemente porque cuando termine el tratamiento, quiero volver con mis ganas y mi nueva vida, e incluso compartir mis momentos y el fruto de lo que vaya acumulando durante esa etapa; pero en el caso de que las cosas no vayan bien, lo que tengo claro es que no quiero una cuenta abierta a mi nombre, y mucho menos dejar la posibilidad de que nadie (así sea mi voluntad) comente o diga lo cacho perraca o lo cachorrita que fui.

Parar, hoy sé que no es de cobardes, forma parte del universo...
Me dijeron que disfrutara de la vida. Que hiciera de este verano el mejor para mi y para los que me rodean; y me siento feliz y orgullosa porque poco he cambiado el orden de mi vida. Amo al límite a quienes me rodean (no necesariamente a los que me aman)
Sí es cierto, que en estos tres últimos meses me he dedicado a hacer cosas que uno acumula como "pendiente", "pendiente", "pendiente"... he actuado en un teatro, he presentado un programa de radio, he vuelto a tocar el piano, he entrado un camino que se olvida del miedo y la timidez. Hacerlo antes no hubiera sido lo mismo. Ahora era el momento.
Me dijeron que disfrutara y así hago: vivo, amo, escribo.

Parar, hoy sé que no es de cobardes, forma parte del universo...
No voy a esperar a septiembre.
No soy famosa. Tampoco lo deseo si eso implica tener que pedir perdón por existir.

No sé si alguno está de acuerdo en que las redes sociales confunden persona con personaje (yo desconozco como es lo segundo) y es por eso por lo que en ocasiones se nos somete al insulto, a la vejación, a la difamación por parte de personas que, si te conocen no debió ser lo suficiente, o que sin conocerte te hacen protagonista de sus miedos personales (sin palabra mediante) por, supongo, la proyección que cada uno tiene frente a los demás. 

Será la obscenidad de un vocabulario metafórico, o porque se fijan más en el largo de una falta para censurar todo lo que tras ello puede ser una mujer (siempre hubo falsos "progres")

No estoy a ese nivel, el precio por compartir lo que hago y escribo a día de hoy es demasiado alto teniendo una sola oportunidad de existencia.
No estoy ya ahí, ni aquí, ni allá, en un momento de mi vida como este, en el que, como dice un amigo, hay que distinguir "lo importante,  DE LO URGENTE" 

Viviré de forma tranquila los próximos meses, con mis amigos, con mi familia, y con los que queráis estar a mi lado a través de la palabra: he sido tan feliz en los últimos meses, las últimas semanas, tan, tan, tan... que este paso, este camino que tengo era totalmente necesario para vivir la intensidad, el límite y la extensión de las cosas. No cambiaría nada, ni siquiera los llantos.

Mis últimas apariciones físicas serán a través de:

- El blog "Un susurro escrito" se seguirán respirando algunos de mis versos, 
- Los lunes del mes de agosto en el 93.7 de RAC MALLORCA de 22:00 a 24:00hrs. seguiré caminando por el mundo poético de la música y el silencio.
- Dos últimas funciones en el teatro (30 de julio y 27 de agosto) 
- Y la presentación del poemario de Lucía Domiguez (Renaciendo en Verso) en Ibiza el 19 de agosto, 




Después, llegará septiembre, lo sé, de verdad que lo sé que...
Parar, hoy sé que no es de cobardes, forma parte del universo...


Volveré, si se me permite.
Y si no, os dejaré "Ensayo para un ser": novela en la que participarán algunos amigos, entre ellos Pedro Andreu quien (creo) se prestará a escribir probablemente el final o un pequeño final para el libro.


Gracias por sentir conmigo y hacerme sentir.
Me lo llevo puesto. 
Sed inmensamente felices.