sábado, 30 de octubre de 2010

Cada día podría escribir 2000 textos y seguramente quedarían pendientes un millón más... pero las rutinas y los deberes, terminan siendo como una peste, y debemos ir eligiendo en que gastar u ocupar nuestro tiempo.

Así, me sigo emborrachando de inmensas lecturas, y de músicas audaces que me hacen hasta vibrar músculos del cuerpo que ni sabía que existían.
También sigo diciendo "te quieros" sin desgastar mi lengua porque aún sé que quedan muchos más "te quieros" guardados deseosos de ser disparados a aquellos que quieren, intentan o sencillamente consiguen hacerme la vida más fácil.
Aquellos que me enseñan cada día que el sol existe a pesar de las nubes, y aquellos que me siguen acariciando tan solo con pensar en su nombre.
Tamibén están los "te quieros" fustrados que buscan la complicidad de alguien que nunca hará el mínimo esfuerzo por levantar la mirada para mirarnos y darse cuenta de que existimos (estos son los "te quieros"  paganos presos de una dictadura moral que depende de la ceguera del alma).

Pienso que tan solo deseo ser esa sombra cosida a los cuerpos para deleitarme con sus movimientos, mientras voy admirando como cada una de las personas que forman y conforman este mundo van prestando sus experiencias y aprendizajes con la esperanza de que los que vengan detrás puedan evitar ciertos "accidentes"... y yo que no creo que el aprendizaje se haga a base de palos y golpes, sé, que todos los que hemos aprendido a caminar, hemos caido más de una vez (y que lo importante es ponerse en pie,  más aún tener una mano que ejerza la fuerza de un apoyo para que sea más fácil ponerse "a dos patas" pero sin que dependamos de ella, o incluso, que maravilla cuando uno no puede levantarse solo pero sabe que alguien vendrá a cogerle en brazos para hacerle volar por encima del camino...)

A veces, muchas, muchas veces, sé, que mis ojos solo son visionarios lejanos de las verdaderas realidades, pero también tomo conciencia de que la realidad no existe y que todos nosotros tenemos un propio mundo creado al que tenemos que enfrentarnos con valentía para comérnoslo y que no sea él  el que nos coma dejándonos sumidos en el limbo de la ignorancia de no saber quienes somos).

Otras veces siento, que necesito hacer tantas introducciones, decir tantas cosas hasta contar verdaderamente a las conclusiones que voy llegando, que cuando me quiero dar cuenta, ya es hora de cerrar capítulo y lo dejo para mañana... pero, yo sé, que el tiempo es un muy buen amigo mio, lo sé, que a pesar de que maltrata físicamente mi piel, mi cuerpo, mis manos, mi cabello, mis ojos, mis huesos... por otra parte deja que yo pueda juguetear por dentro haciéndo un pulso e incluso batiéndome en duelo con él y desafiándole a la inmortalidad...


2 comentarios:

RAFAEL MÉRIDA dijo...

Gracias Mayte por compartir cosas tan maravillosas, tan importantes y trascendentes como tus pensamientos.
Me escribías en un comentario que te dejo sin palabras y ya veo, afortunadamente, que no es cierto. Tu tienes las palabras y además la sensibilidad, la magia para ser capaz de componer textos hermosos que son latidos. Te sigo. Un beso desde el Guadalquivir.

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Cuanto tiempo sin escribir, es un gusto volver a leerte =D