martes, 7 de abril de 2009

El corazón es el que habla y cuando la cabeza no nos escucha...

Cuando la cabeza no nos escucha nuestro corazón no puede ser libre, porque el corazón no entiende de razones ni de cultura ni tradiciones, el corazón no sabe de buenos modales en la mesa ni pide porfavor para poder amar...
Cuando dejamos la mente en blanco sin pensar en deberes políticamente correctos, podemos ser libres y volar para juntar nuestras almas.


Tengo ganas de que pase rápido este mes, porque el que viene llegan las vacaciones de mi marido. Y son necesarias, porque últimamente llega del trabajo arrastrando pies directo a la ducha, al plato de comida y al sofá... y lo entiendo, hace cosa de dos semanas que vamos un poco de culo y las noches son largas estaciones de invierno! Yo, a penas duermo para que, al mínimo quejido de la nena cuando tose o se ahoga (asma) no lo despierte (ya que tiene que madrugar para irse al trabajo) y salto como una flecha en busca de mi niña para aliviarla o consolarla, pendiente de las tomas nocturnas del devorador de teta y al final, esto se reduce en pocas horas de descanso que me tienen en un empanamiento físico y mental que me hacen deambular como un zombi durante el día.
Ayer le decía, que siempre está cansado para mi (yo lo entiendo de verdad, porque lo conozco, lo sé, pero aún así, le decía, voy detrás de ti mendigando un beso, un abrazo, una caricia... parezco un perra desesperada en época de apareamiento y sieeeeeempre estamos cansados!!!!) Bueno, tuvimos una corta e intensa conversación, que empezó de cachondeo (por su parte) diciendo:
la semana pasada te dije te quiero (¡Qué!!!!, claro, cuando estaba enferma!!!!!), se rie y me dice, hasta la semana que viene no toca.... ayyyyyyy, que rabia cuando ellos se van por las ramas en los temas serios e intentan hacer el chiste gracioso para quitar yerro al asunto, igual que nosotras, o al menos yo, que por una parte lo entiendo perfectamente pero tengo que darle un poquito de caña y no para joder (o también) jaja, sino, para que sepa qué pienso, qué siento... siento que él se va y viene contándome anécdotas e historietas del trabajo y compañeros y hace una vida paralela a su familia (LO MÁS NORMAL DEL MUNDO) y mi vida gira en torno a ellos, única y exclusivamente, y me cuesta asumir este papel. El último trabajo que me salió, aquel para irme una semana a Murcia a formarme con los médicos que estaba tan bien pagado lo tuve que sacrificar y eso me dan ganas de llorar (últimamente estoy de lágrima fácil, y yo, que nunca jamás he permitido llorar ni delante de mis padres, porque para mi era una muestra de debilidad, creo que estoy renovando líquidos en el cuerpo).
Mi distracción está en sus días libres, en mis 6 horitas de clase a la semana, que ya me voy pin-pando yo con los pimpoyos, las visitas a los abuelos, al trabajo de mi amiga y él (qué está cansado). Yo también estoy cansada y necesito un poco de cuerda y volar, sentir no sólo mi alma libre (que esa será siempre mia), necesito que mi vida sea mi vida... pero, por ahora a esperar... es cierto que mientras espero la providencia no me quedo de brazos cruzados, pero, no sé,... es una sensación muy difícil de explicar.

Hoy voy a un cole, para hacer un trabajo para clase, con los niños a cuestas, y esta tarde no tengo clase, pero la dedicaré a mi "coño".

Bueno, no os creais que se me ha olvidado mi propuesta de enmienda, no, no, no, y tal vez, por esa propuesta, una piensa que no puede resignar y/o sacrificar su vida (bueno esta frase suena muy catastrofista, más bien sería parte de su vida o una étapa o momentos de su vida...), pero claro, aquí, la razón me dice que hago bien, pero el corazón se revela y supongo que de ahí todas estas sensaciones de ahogo... mi espiritú libre quiere bailar en el aire!

Tal vez, este cansancio físico y emocional hace que se me vaya la cabeza por delirios y caminos de locura, no sé, sólo sé que las cadenas y grilletes aprietan mis manos deseosas y detienen mis pies que no avanzan en medio del camino.

Finalmente, sé, que éste, que es un problema mio, no lo puede solucionar nadie, así que, yo aquí me quedo, con la música que me acompaña y cambiando los pañales de los niños, vistiéndolos, preparando la maleta, las comidas, vistiéndome para irme a hacer el trabajo y demás tareas de mujer de su casa y con mi nudo... rezando para que hoy cuando llegue el hombre de su casa, no esté cansado para mi, que lo espero deseosa todo el día, que me mire con una sonrisa, me abrace mientras siento que respira en mi oreja y su aliento caliente conquillea mi cuello y yo derretirme a sus encantos y fundirme en un sentimiento que nos envuelva en uno... (ahora me rio, porque probablemente, solo será un día más... )

Y yo, seguiré en búsqueda de respuestas, porque preguntas, ya tengo demasiadas...

2 comentarios:

Yoli dijo...

Entiendo bien lo que cuentas. A veces estamos demasiado pendientes de las cosas cotidianas, trabajo, casa, compra, gimnasio, descansar... que nos olvidamos de las cosas más importantes... esas que te hacen tirar para adelante con más fuerza... Dar cariño y/o querer recibirlo...
A todos nos pasa que cuando llegas a casa cansado o con muchas tareas por hacer, nos da pereza o no nos apetece (porque no decirlo) dar ese besito y ese abrazo de "Hola cariño ya estoy aquí"...
Son momentos, son días... Pero llegarán otros en los que te de todo igual y solo quieras dar y/o recibir cariño :D je je

Anónimo dijo...

ay mi niñaaaaaa!!!!!